La carrera “Breakfast Run” de 6 kilómetros fue al primer evento del Maratón de Berlín al que asistimos. El punto de reunión y salida fue en el palacio Charlottenburg a las 9:30 am, el cual por cierto está hermoso. Llegamos en taxi mis amigas y yo. Había mucha gente, debimos ser más de 200. Se sentía un ambiente relajado, las personas reían, se tomaban fotos. El clima estaba fresco, estaríamos a unos 12 grados. El sponsor fue BMW, así que había globos blancos con la marca de estos amarrados en diferentes puntos. Tomamos cada una uno, con la intención de soltarlos al inicio de la carrera, como supusimos era el objetivo. Una muchacha se nos acercó y al escuchar nuestro acento dijo - ¿Son del norte? –Sí de Monterrey. -- Yo soy Poblana. También correría al día siguiente el maratón. Iba con su familia.
9:30 am Inicia la carrera, soltamos los globos y estos inundan el cielo. Corremos por los vecindarios de Berlín, la meta es el Estadio Olímpico, lo que nos emociona. En las casas se asoman personas. Saludo a algunos, los cuales me corresponden. Vamos muy relajadas, el chiste es disfrutar. Más que correr, trotamos como si anduviéramos de paseo. Sospecho todos traemos la misma consigna. Se escucha un murmullo por las pláticas. Vamos corriendo juntas, Osiris, Paloma y yo. Osiris incluso va tomando fotos corriendo. Ya se ve la gama de nacionalidades a presentarse en la carrera. Sobresalen un grupo de Hawaianos, entre hombres y mujeres los cuales corren con sus faldas típicas y corona de flores en la cabeza. Nos damos el lujo incluso de hacer, lo que al parecer es la ola de los corredores, en vez de levantar los brazos conforme esta pasa, aplaudimos.
Kilómetro 5, vemos el estadio Olímpico, donde Arturo Barrios estableció un récord mundial en 1989. Es algo especial ver esa sede donde se han realizado varias Olimpiadas. Trató de imaginar lo que los competidores, que realizan diferentes disciplinas teniendo como meta dicho estadio, pensarán al verlo a tan solo unos metros. Nos paramos a tomar unas fotos teniendo de fondo el Estadio, la idea es de Osiris. Después de dicha sesión, la ruta continúa por un parque, el cual nos lleva a una especie de túnel, faltaba menos para entrar al estadio. En este punto íbamos caminando, imposible seguir corriendo. Visualice de nuevo a esos posibles medallistas en estos momentos: en minutos y metros llegarían a la meta. Oscuridad por segundos, y ante nosotros el Estadio; austero, pequeño pero espectacular. A nuestra espalda está el pebetero y el símbolo de las olimpiadas. Damos la vuelta al estadio. Marce nos toma fotos a lo lejos, ella no correría el maratón, pero después de lo que veía estoy segura lo contemplaría a futuro. Tomamos más fotos adentro, incluso una simulando la posición de arranque en los carriles, apoyando nuestros dedos en la línea de salida. Estaba por terminar la aventura. Nos guiaban por unas escaleras, una última vista y hacia afuera.
Afuera del estadio estaban unas carpas donde personas nos ofrecían un snack: yogurt, plátano y manzana. Hacíamos fila para poder tomar nuestro snack, unas personas querían meterse, como buenos mexicanos empezamos a decirle que no se podía, que hicieran fila; después nos dimos cuenta que no había filas, que había más carpas dando exactamente lo mismo sin necesidad de estas, pero ya habíamos sacado cobre.
Así terminó nuestra carrera y el primer contacto con el evento del 39. Berlín Maratón. Me encantó la experiencia. Falta por venir lo más emocionante.