El año pasado leí, en un artículo de una revista, una serie de sugerencias para disfrutar el año venidero; una de ellas era escribir en papelitos las cosas positivas que te acontecían diariamente y vaciarlas en un frasco. La idea es leerlos todos el 31 de diciembre para valorar el año saliente.
Tengo todo lo que va del año, es decir dos meses, queriendo escribir esas cosas, o momentos positivos pero no lo había hecho. Bueno pues el día de hoy empecé y esto fue lo positivo o por lo que estoy agradecida el día de hoy. Puse la fecha a todos a los papelitos y solo un enunciado. El enunciado son las letras en negritas, el rollito es una explicación como parte de este artículo. Así fueron cronológicamente:
1. Liberación código 173798, se facturo pedido Interstate. Salió un pedido en el trabajo, después de que autorizaron un producto el cual había decorado mal la línea, por mi culpa. Tardé cuatro días en que lo liberaran, pensé no saldría en tiempo, pero salió.
2. Lo ví y tenía mucho tiempo sin verlo. Pensé -Me gustaría verlo, pero dudo lo haga, sería mucha coincidencia.- Las probabilidades de toparme con él eran ínfimas. Solo lo vi y escuché. Sonreí para mí , para Dios y di las gracias, porqué Él sabe escuchar.
3. Me recordaron que podemos lograr nuestros sueños y nadie puede quitártelos.
4. En la noche de regreso a mí casa vi una luna hermosa. Iba rumbo a la casa, por la carretera a Laredo, di vuelta a mano derecha y ahí estaba, color anaranjado, vista dimensional, se percibía la esfera, estaba muy abajo y muy grande. Desde ayer lucía muy bonita. Salí en la noche de un curso la observé, pensé para mí –Seré la única que la aprecia. Y como siempre que uno pregunta alguien contesta una señora que venía enfrente de mí le comentó al esposo. –Mira la luna que bonita.
5. Solovino de la colonia durmiendo a las 10pm en caseta. Siempre me pone de buen humor ver a un perrito adoptado por los vigilantes. Es un perro callejero blanco, flacucho, pequeño. Me gusta verlo adentro de la caseta, hecho bolita dormido cerca de la puerta. Se ve tranquilo, se sabe protegido.
Deberé retroceder en mis recuerdos para colocar otros tantos. En vez de frasco usé una caja de aluminio de buen tamaño, decorada con motivos navideños, regaló de un amigo.
Tengo la seguridad que la llenaré y ocuparé otra. Por lo pronto ya inicié.