Si los astros se alinean, y el clima lo favorece; si mi despertador suena a la hora señalada; si llego a tiempo al aeropuerto; si los pilotos asignados a los vuelos recuerdan todas sus lecciones; si alcanzo mi conexión en Dallas y si los de migración en Estados Unidos no detectan algo raro en la manera de quitarme los zapatos o en mi forma de ver el techo o incluso en mi sonrisa, estaré llegando a Berlín el 28 de Septiembre.
Decreto lo siguiente: El viernes 28 de septiembre recogeré mi número sin ningún contratiempo, estaré a las 9am, tiempo de Berlín, con cuarenta mil corredores más justo en la salida. Sonreiré a las cámaras y saludaré, porque una de mis hermanas me preguntó si transmitirían el maratón, para seguirlo ---Claro que sí, tú trata de seguirlo. Aún entre 40000 personas existen las posibilidades y las coincidencias. Puede suceder que justo en el instante cuando estornuda un camarógrafo, me enfoque o en el momento cuando alguien se desmaye y lo capte una cámara yo estuviera ahí; o le llame la atención mi bandera de México, por ser mexicano él también; o llame la atención por ser la que va más entera en el kilómetro 35, cuando todo mundo quiere desertar. Son tantos instantes, momentos, segundos, todo puede ser o no posible, porque es futuro.
Por lo pronto estos segundos son presentes. Hay nervios, emoción, expectativa, incluso miedo. Lo que suceda será pasado, y será otra historia a contar. Hoy es 18 de septiembre y faltan 10 días.
Hola, aqui pasando por tu blog y dejandote un saludote.
ResponderBorrarGracias Diana, espero me visites seguido :).
ResponderBorrarDeseandote mucha suerte en esta gran aventura de correr con 40 mil personas , te estamos apoyando desde Mexico Srita Cortez
ResponderBorrarMuchas gracias por el apoyo. Relataré en unos días más la experiencia por si gustas leerla.
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